Cómo querría otra suerte para esta pobre reseca
que lleva todas las artes
y los oficios
en cada uno de sus terrones
y ofrece su matriz
reveladora
para las semillas que quizá nunca lleguen
cómo querría que
un desborde caudal
viniera a redimirla
y la empapara con su sol en
hervor
o sus lunas ondeadas
y las recorriera palmo a palmo
y la
entendiera palma a palma
o que descendiera la lluvia inaugurándola
y
le dejara cicatrices como zanjones
y un barro oscuro y dulce
con ojos como
charcos
o que en su biografía
pobre madre reseca
irrumpiera de
pronto el pueblo fértil
con azadones y argumentos
y arados y sudor y
buenas nuevas
y las semillas de estreno recogieran
el legado de viejas
raíces
como querrían que se escucharan
su verde gratitud y su orgasmo
nutricio
y que el alambrado recogiera sus púas
ya que por fin sería
nuestra y una
como querría esa suerte de tierra
y que vos
muchachita
entre brotes o espigas
o aliento vegetal o abejas
mensajeras
te extendieras allí
mirando por primera vez las nubes
y yo
tapara lentamente el cielo