Biografía Moby |
MOBY - BIOGRAFÍA
ALBUM "18"
En
el relato de la historia más reciente de Moby se corre el riesgo de que sus
logros sean vistos como simples estadísticas. El último álbum de Moby, "Play",
ha vendido alrededor de diez millones de copias, y tal es el tamaño de
semejante cantidad, y teniendo en cuenta lo poco que se esperaba, que las
vertiginosas matemáticas parecen haber reescrito la historia de su vida,
pasando de ser un espiritual, obstinado y talentoso exponente del techno soul a
una suerte de MegaMoby, el calvo, el popular, la brillante estrella global.
En
lo que Moby se ha convertido, y en lo que han convertido a Moby, son sin embargo
dos cosas diferentes. Hacia el exterior, el hiperbólico desarrollo de "Play"
desde su lanzamiento en 1999 le ha convertido en un ubicuo y benévolo fantasma,
llevando la cultura del pop desde la base hasta las más altas cotas.
En
26 paises este álbum llegó al platino. En Inglaterra "Play" va por
su quinto platino. En España logró el siempre difícil oro, y se encuentra
cerca del platino. Se han vendido en el mundo más de tres millones de singles.
Ha habido nominaciones para los Grammy durante tres años, y ha ganado premios
desde la MTV a VH1. Matt Groening le regaló un dibujo personalizado de Homer
Simpson, que ahora coloca orgulloso en su estantería.
Hay
innumerables pruebas, de mayor o menor calado, que confirman la nueva estatura
de Moby como gigante musical supra-cultural. Los dos años de conciertos en
apoyo de "Play" le han visto moverse desde pequeños clubs hasta
locales de más de 15.000 personas de capacidad. Presidentes de compañía,
estrellas de Hollywood, leyendas del rock, artistas del underground y los
grandes de la moda prestan atención a cada uno de sus movimientos. En los últimos
dos años ha aceptado invitaciones para tocar la guitarra en conciertos de gente
como sus heroes de juventud David Bowie, Michael Stipe, Mission Of Burma y New
Order. Sus pronunciamientos a través de internet generan continuos debates en
todo el mundo.
Pero
en ese espectacular fenómeno de ventas y la repentina celebridad que le han
oscurecido por completo, no hay nada, sin embargo, en lo que haya colaborado
Moby en realidad, desde que tocó en su estudio la primera nota de "Play"
en el '97, hasta el lanzamiento de su octavo
album "18". Moby consiguió que el mundo girase la vista hacia
su "Play". Pero les tuvo que convencer de uno en uno.
Mezclar
sucio electro blues, voodoo funk, grabaciones de campo, folk 'n' house, paisajes
sonoros atemporales, hip hop de los Apalaches y sinfonías doo-wop, y hacer que
el todo funcionase, fue sin duda un acto genial. Había una extraordinaria
claridad en su fusión de tecnología, espiritualidad, historia y farmacología,
en el momento preciso, justo en el fin del milenio. Pero así y todo ese
ejercicio de malabarismo musical no fue lo más importante.
El
secreto del éxito de Moby estuvo compuesto por sentimientos humanos en crudo.
¿Qué hizo Moby? Moby hizo a la gente sacar a flote recuerdos que ni siquiera
sabían que tenían. Evocó una sensación precisa y desafiante de esa euforia
que sólo se encuentra cuando se está al borde de la miseria. Y dolorósamente
te demostró que también podías bailar. De alguna forma redibujó la identidad
emocional estadounidense. Capturando el sexo en una cascada de piano.
Recuperando la grandeza. Convirtiendo paisajes digitales en lágrimas. Se fue
hasta lo alto de la montaña y no tuvo miedo de parecer un idiota. Este tipo de
cosas, en mayor medida que las estadísticas, son los logros que han hecho
posible decir que él es uno de los más grandes compositores contemporaneos del
pop, y un artista al que situar junto a los más interesantes directores de cine
o pintores de nuestro tiempo.
Y
es particularmente importante apartar un poco de paja de alrededor de Moby,
porque está a punto de volver a conmover al mundo con su nuevo álbum
"18". Con 36 años de edad, de Harlem, productor-escritor, DJ y
ex-punk, comenzó a escribir canciones para "18" a lo largo del
inacabable tour mundial de "Play". En sus días libres se sentaba en
habitaciones de hotel con la única compañía de su guitarra, encontrando
diversión en el cliché del 'músico componiendo desenfadado en su cama'. Al
final de la gira en Febrero de 2001 retornó a su hogar en NYC con cuarenta
canciones. A lo largo de los seis meses siguientes más de cien nuevas
composiciones habían salido de su trabajo de estudio.
"Seguramente
debí de haber sentido mucha más presión, pero para ser sincero la verdad es
que no sentí ninguna," dice Moby. "La idea era simplemente hacer un
nuevo disco, porque en cierta forma veía el éxito de "Play" como una
anomalía. Cada día desde su lanzamiento fue para mí una sorpresa. Era tan
raro, porque el mercado en el que salió "Play" siempre me pareció un
mercado en el que "Play" nunca sería un éxito. Y el hecho de que
acabase por ser tan y tan exitoso me parecía una auténtica locura".
"No
sentí ningún tipo de necesidad de reivindicarme, era más bien una genuina
sorpresa y gratitud, porque la verdad era que, si yo hubiese sido un periodista
musical en 1997, también me hubiera metido con Moby. Quiero decir, que mi
carrera es el resultado de todas las cosas que he hecho, buenas y malas. Así
que cuando "Play" se convirtió en algo tan grande la verdad es que no
sentí ningún deseo de reivindicarme ni de revancha, ni de decir que yo llevaba
razón y los demás estabais equivocados. Simplemente pensé 'Oh, qué bonita
sorpresa'."
Mirando
retrospectivamente a "Play", uno puede cuestionarse el acierto de
licenciar tal cantidad de temas para anuncios y bandas sonoras, pero como Moby
apunta, cuando el álbum fue inicialmente editado aquellas parecían las únicas
avenidas libres para exponer su música. No es que Radio y TV se hubiesen puesto
de acuerdo. Nadie sabía lo que ocurriría. Otra de las razones del éxito
masivo de "Play" fue adaptar a esta era del PC el sampleado de
artistas de blues y soul y grabaciones de Alan Lomax de cantantes de la América
negra de principios del Siglo XX para temas como 'Honey', 'Natural Blues' y 'Why
Does My Heart Feel So Bad?'. A la larga, sin embargo, "Play" demostró
la alta efectividad de recuperar el interés por un area de la música que había
sido por mucho tiempo ignorada.
Lo
que servía a Moby como inspiración había cambiado para cuando empezó a
componer los temas de "18". Mientras estaba de gira intentó hacer un
disco con "el espíritu de Al Green o Bill Withers mezclado con Massive
Attack." Su amor por la vieja música soul y el R'n'B de los '60s, '70s y
'80s era más profundo, y al principio le tentó el hacer un disco "romántico,
de lentas baladas de R'n'B". Una vez de vuelta en New York, dándose un
paseo con sus amigos, yendo a bares y escuchando la radio recordó lo muchísimo
que le gustaba todo lo que fuese del house al hip-hop, del metal al jazz.
"18" volvería a intentar ser lo más amplio de miras posible.
Hay
otros significados más místicos aún no revelados detrás del nombre elegido
"18", incluyendo secretos enterrados en lenguas hebreas y teorías
conspiratorias inter-planetarias. También se llama "18" porque
contiene dieciocho canciones. La continuación de "Play" no es en
absoluto un giro de 180 grados, como lo fuese el proto-nu-metal de "Animal
Rights" de 1996. "18" completa, pone al día y sobrepasa a "Play",
moviendose entre himnos de nu-new wave, gospel y blues basado en samplers,
nuevos standards del soul, hyper funk, balladas house, salmos redentores,
instrumentales espirituales y canción de autor de piano y voz.
Moby
canta cuatro canciones y hay colaboraciones vocales de, entre otros, Sinead
O'Connor, Angie Stone, MC Lite y Azure Ray. El tema instrumental que da título
al álbum es una versión reducida de la larga composición realizada para la
ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002. Aunque
ninguno de los temas de "18" fueron escritos tras el fatídico 11 de
Septiembre, el ataque terrorista tuvo un profundo efecto en este residente del
bajo Manhattan y antiguo 'extremista' religioso, y la validez de este álbum al
hilo de la tragedia le confirmaron que estaba haciendo lo correcto.
"Quería
que fuese un disco cálido," dice Moby. "Mi objetivo como músico
ahora es hacer discos que la gente pueda incorporar a sus vidas y tal vez
enamorarse de ellos, y sacar un gran beneficio de ellos. En cierta forma siento
que en el pasado me aparté de mi camino siendo a veces demasiado vehemente y
haciendo discos que eran difíciles y retorcidos, y ahora siento que si quiero
ser difícil lo puedo ser a mi manera. Prefiero hacer discos que puedan ser
importantes para la gente a un nivel mucho más humano.
"El
mundo cambió drásticamente el pasado 11 de Septiembre, y la forma en la que la
gente incorpora el arte y la música a sus vidas también, y de repente la música
en la que la gente se interesaba antes del 11 de Septiembre puede ser que ya no
les interese después. Así que me encontré con un nuevo reto que debía
aplicar a la música que escribía, y una cosa que encontré especialmente
gratificante era que muchas de las cosas que había escrito antes del 11 de
Septiembre todavía me resultaban cálidas y atractivas después de aquello. Me
hacía inmensamente feliz que el disco mantuviese su calidez y resonancia a la
luz de lo que había sucedido."
Una
vez más todos los instrumentos los toca Moby. Los samplers fueron tomados de un
amplísimo número de fuentes, esta vez con menos énfasis en las grabaciones de
campo. La filosofía de estudio de Moby sigue dando prioridad a la cualidad
emocional de una pieza, antes que a obsesionarse con la técnica.
'We
Are All Made Of Stars': todo un himno de nueva new wave con Moby a las voces. La
última canción que se grabó para el álbum.
"Originalmente
esta canción pretendía ser una de estas canciones a-lo-new-wave del estilo del
'Girls And Boys' de Blur, y de repente tomó su propio camino. Ni siquiera
pensaba incluirla en el disco, pero después me di cuenta de su encanto, algo tímido,
me gustaba de verdad."
'In
This World': un sample vocal de blues, enmarcado por piano y teclados marca de
la casa.
"La
razón por la que siempre he usado voces sampleadas es que me gustan las buenas
voces, ya sean de hace 50 años o de ahora, ya sea yo mismo cantando u otra
persona. Al igual que adoro la música instrumental, también obtengo una gran
satisfacción al escribir una canción basada en una bella melodía vocal".
'In
My Heart': un ritmo vivo acompañado de cuerdas, gospel eufórico, construido
sobre un poderoso sample vocal femenino.
"Cuando
busco voces, básicamente busco voces de gran contenido emocional, y también
una calidad lírica importante. Una cosa maravillosa que ocurre al trabajar con
voces sampleadas es que estando grabadas en condiciones tan diferentes y
disparatadas, luego se muestran a la vez en un solo disco, y eso es algo que
encuentro especialmente excitante."
'Great
Escape': tierna, sin ritmos, una irreal balada adulta con voces femeninas del dúo
de Athens Georgia, Azure Ray.
"Orenda
y Maria de Azure Ray enviaron una demo e inmediatamente me enamoré de sus
voces. Ellas escribieron las letras, algo con lo que no soy nada posesivo, no me
importa demasiado quien escribe qué. Emocionalmente me implican de igual
forma."
'Signs
Of Love': un viaje épico de teclados y guitarras con una letra semi-narrativa
de Moby mitad hablada / mitad cantada.
"Una
de las cosas que tiene el hacer un disco personal es que la gente me va a hacer
preguntas sobre él, mientras que con un disco impersonal si la gente te
pregunta no te sientes tan vulnerable. Una canción como 'Signs Of Love' es básicamente
un testamento sobre la baja autoestima patológica, algo que tengo de
sobra."
'One
Of These Mornings': con la dirección de un bajo y acordes de teclados, y una
profundamente desesperada voz soul femenina prediciendo el final de una relación
sentimental.
'Another
Woman': trip-house hipnótico con un sample femenino (de la diva del soul
Barbara Lynn), lamentando la ausencia de su hombre infiel.
"Le
estaba poniendo este disco a un amigo y me comentaba que parecía un disco de pérdida,
escrito por alguien que acababa de dar por terminada una larga y dolorosa relación.
No es mi caso, yo llevo soltero siete años. Sin embargo, me encanta esa sensación
de anhelo y lamento. No sé de donde viene, pero este es exactamente el disco que quería
hacer y es ciertamente la expresión de quien soy y de lo que hay emocionalmente
dentro de mi cabeza, aunque ninguna de las canciones están escritas pensando en
ningún suceso específico."
'Fireworks':
ritmos jazzy, la agitación de un piano de blues, ecos ambient.
"Simplemente
pensé que eran unos deliciosos dos minutos y medio de música, constituyendo un
bonito interludio. El título está tomado de una de mis películas favoritas,
de Takeshi Kitano. La canción en si misma no es un tributo, pero el título sí."
'Extreme
Ways': cuerdas panorámicas, teclados inflados por el house, y una pícara y muy
detallada letra cantada por Moby.
"
'Extreme Ways' es ficticia, y autobiográfica al mismo tiempo. Es una canción
que trata de la degeneración y la corrupción, sobre lo que empuja a la gente a
ser degenerada y corrupta, y sobre cuales pueden ser sus consecuencias."
'Jam
For The Ladies': una jam caliente e hiperfunky con la colaboración de MC Lite,
Angie Stone y el hip hoper neoyorquino Mike Geronimo.
"Hay
un selecto grupo de canciones de esas que un DJ pincha en un bar a las 2 o 3 de
la madrugada, como el 'Walk This Way' de Aerosmith, o canciones de Prodigy o
Chemical Brothers. Por una o dos veces en mi vida, me gustaría tener una de
esas canciones que se pinchan a las 2 de la mañana. Estás en un bar, con tus
amigos y sería bonito escuchar una de mis canciones... Sólo pretende ser una
canción hip hop divertida, algo loca y muy funky."
'(Sunday)
The Day Before My Birthday': un precioso piano melancólico, ritmos y cuerdas, y
un sample vocal de los 70s del 'Sunday Was A Bright Day' de Sylvia Robinson, la
fundadora del sello Sugarhill Records.
"No
fue escrita el día de mi cumpleaños, pero da la casualidad de que mi cumpleaños
es el 11 de Septiembre. Creo que la letra de esta canción describe el día
anterior a mi cumpleaños bastante bien."
'18':
un mini-score glacial, y profundamente emotivo.
"Tenía
que escribir cuatro canciones para la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos
de Invierno. Decidí empezar con '18', seguido de otras dos piezas musicales y
acabar con una versión up tempo de 'We Are All Made Of Stars'. Esta pieza '18',
es una elegía. Hay una melancolía que envuelve el final de unos Juegos Olímpicos
y creo que este tema lo resume muy bien."
'Sleep
Alone': un ritmo sincopado, teclados susurrantes, la voz de Moby apenada e íntima.
"
'Sleep Alone' es la canción que más difícil me va a resultar de explicar de
todo el álbum porque la historia que hay detrás es bastante surrealista. Es
una canción que escribí cinco días antes del 11 de Septiembre, y fue escrita
con la idea en mente de esa gente que acababa de morir en un accidente de avión,
caminando por Manhattan, volviendo a ver los lugares en los que habían vivido.
El estribillo original decía 'Al menos fallecimos juntos, apretándonos las
manos, atravesando del cielo'. Tuve que cambiar la letra. No quiero decir que
tenga ninguna clase de capacidad adivinadora, pero si escuchas el original a la
luz de lo que ocurrió cinco días después, es bastante desconcertante."
'At
Least We Tried': soul nocturno con un falsetto vocal grabado a la primera toma a
cargo del cantante de sesión de New Jersey Freedom Bremner.
"Si
hubiese hecho un álbum entero la semana que acabó la gira, todas las canciones
hubieran sonado como 'At Least We Tried', porque todo lo que escuchaba entonces
eran estas baladas románticas del soul, pero de todas las que escribí entonces
creo que 'At Least We Tried' es una de las más efectivas. Está en la gran
tradición del 'Love TKO' de Teddy Pendergrass o el 'Kiss And Say Goodbye' de
Manhattan, así como pertenece al selecto y reducido género formado por
canciones de R' n' B que hablan de rupturas. Creo que a medida que pase el
tiempo está canción se acabará convirtiendo en el icono de este disco."
'Harbour':
una canción redentora, escrita por Moby hace 17 años y cantada por Sinead
O'Connor. Una de las pocas voces que no fueron grabadas en NYC. Posiblemente la
canción más conmovedora que haya cantado Sinead desde aquel 'Nothing Compares
2 U'.
"El
manager de Sinead O'Connor se encontró con mi manager y dijo 'Oh a Sinead le
encanta la música de Moby y le encantaría hacer algo con él'. Así que por
alguna razón inmediatamente pensé en esta canción. Creo que Sinead O'Connor
es increíble."
'Look
Back In': beats y cuerdas a baja velocidad.
'The
Rafters': un sample de voces gospel femeninas sobre un feliz chapel-core
liderado por un órgano.
"Probablemente
esto lo debería guardar en secreto, pero hay un doble sentido en el título de
esta canción porque por un lado si alguien está cantando en una iglesia canta
hacia the rafters, hacia el techo, pero también, cuando la gente se ahorca lo
hace desde the rafters, desde el techo. Así que es algo así como un pequeño
juego de palabras."
'I'm
Not Worried At All': una melodiosa y tradicional balada soul con el vocalista
del coro de gospel The Shining Light Gospel Choir.
"Tengo
un par de muy buenos amigos que me dan muchos consejos sobre la música que
hago, y ambos, mis amigos Kelly y Damien me recomiendan lo mismo, que es
'Necesitas finalizar un disco con una nota algo más feliz'. Y estoy de acuerdo
con ellos. Me gusta la idea de hacer un disco que estilística y emocionalmente
tenga muchos altos y bajos, y me gusta la idea de acabarlo con un tono algo más
eufórico."
"18"
no es disco de una sola escucha. La amplitud y convicción de las canciones
aseguran sin embargo una escucha altamente placentera. Moby no lo considera un
álbum particularmente ecléctico pero la visión que ofrece es bastante amplia.
¿Al Green y Massive Attack? También podríamos hablar de Erik Satie, Roberta
Flack, Thelonius Monk y Underworld. Un espectro tan amplio como tu colección de
discos.
"Desde
mi perspectiva "18" es un disco muy cálido, homogeneo y
emocional," dice Moby. "Creo que la gente es mucho más inteligente y
abierta de lo que tradicionalmente se piensa. Me refiero a que a la gente le
encantó "Play" y "Play" era de alguna forma un disco muy
ecléctico. Así que espero que a la gente le guste este nuevo disco, y espero
que a la gente no le resulte excesivamente difícil, porque mi objetivo es
exactamente el contrario, hacer algo realmente cálido e incitante."
Si
ha habido un cambio en Moby desde sus días de ideología hardcore, ha sido a
través de un proceso gradual y natural. Mientras sus albums anteriores venían
acompañados de ensayos sobre los derechos de los animales, el veganismo, el
extremismo religioso y el medio ambiente, "18" es en ese sentido mucho
menos activista y no está concebido como un vehículo de información.
"A
lo mejor es el resultado de estar haciendome mayor, pero me siento mucho menos
didáctico y estridente sobre determinadas cosas," dice Moby. "Cuando
era más joven realmente veía el mundo bajo unos parámetros muy simples, el
bien contra el mal, lo correcto frente a lo equivocado, y siempre me sentía
como si sólo yo llevase la razón, y el resto del mundo estuviese equivocado.
Según voy madurando voy viendo el mundo como algo mucho más complicado, y es
realmente difícil escribir proclamas políticas cuando ves el mundo como algo
tan ambiguo.
Nacido
en Harlem en 1965, Richard Melville Hall aka Moby conoció los últimos
estertores de la vida hippy a través de su madre. Su padre, profesor de química,
falleció en un accidente de tráfico cuando Moby tenía sólo 2 años, por lo
que fue educado por su madre y sus abuelos, en un suburbio de Connecticut. Tiene
vagos recuerdos de visitar Haight Ashbury en San Francisco con su madre en el
'69. Al vivir en Darien y Stratford, Connecticut, fue a la escuela de gramática local,
leyó a Faulkner, Bukowski y Rimbaud y aprendió a tocar la guitarra. Y decide
cual será su alias: Moby - debido a lazos familiares con el autor de la novela
Moby Dick, el escritor Herman Melville.
En
el '79 forma su primera banda y comienza a prestar atención a bandas de punk y
post punk como The Clash, Gang Of Four, Joy Division y Public Image. La primera
mitad de los '80s los dedica a dar conciertos de punk oscuro y combativo y a
formar bandas de New Wave, de forma notable en bandas como Vatican Commandos (su
primer lanzamiento fue el VCs 83 EP 'Hit Squad For God') y AWOL. En el '84 deja
la Universidad de Connecticut tras un año de estudiar Filosofía, y comienza a
ejercer de DJ en bares locales. Mientras aún vive en improvisados alojamientos
en Connecticut (los años de las fábricas abandonadas) comienza a visitar New
York con sus demos. Tras innumerables rechazos, Instinct Records le firma un
contrato en 1989 y Moby se traslada a un barato apartamento de alquiler en New
York.
A
medida que el house y el techno toman la escena de clubs de Manhattan, Moby está
en medio de aquello, pinchando en el club 'Mars', organizando performances
electrónicas e integrando una reciente fe en Cristo como un iconoclasta de la
creciente escena rave. Los primeros singles para Instinct producen un impacto
bastante pequeño (del primero, 'Times Up' grabado como The Brotherhood Moby
cuenta que vendió 8 copias) pero los lanzamientos bajo el nombre de Moby
gradualmente comienzan a cobrar relevancia. En 1991 samplea el tema de Twin
Peaks para un single llamado 'Go!'. Vende un millón de copias y así es puesto
en órbita como la 'maravilla Cristiana vegana technopunk', resultando ser
alguien ampliamente incomprendido a lo largo de la mayor parte de los '90s.
'La
primera estrella Americana del Techno' gira con The Prodigy, The Shamen, Richie
Hawtin, Orbital y The Aphex Twin, ganándose una reputación de peligrosa
vehemencia y destrucción de sus equipos. Sus recopilatorios en Instinct - 'The
Story So Far', 'Ambient' y 'Early Underground' son bien conocidos. En el '93
Moby se traslada a Mute/Elektra, entrando en los charts en UK con su primer EP 'Move'.
Su álbum de debut para Mute, 'Everything Is Wrong', de 1995, era una triunfante
declaración de intenciones, desafiando al género, mezclando house, jungle,
punk, blues, clásica y soul. Spin lo nombra Album Del Año. Convertido en un
cotizadísimo remixer, pone su sello en grabaciones de artistas tan diversos
como Michael Jackson y Metallica y se le ofrece la posibilidad de producir a
bandas que van de Hole a Guns 'n' Roses.
Decepcionado
por la caída de los ideales de la escena rave, el siguiente lanzamiento de Moby
es el controvertido álbum de hilarante nu-metal "Animal Rights",
editado en el '96. Visto casi como un acto de blasfemia recibe críticas
terribles por lo que Moby vive sus días más oscuros. Su madre muere de cáncer
en el '97 y aunque edita un nuevo álbum como Voodoo Child, 'The End Of
Everything', y trabaja en un álbum compuesto por música de films, el "I
Like To Score" del '97, (que incluye el top 10 hit 'James Bond Theme') esta
es una fase de poca producción para él.
Tras
un año de trabajo en estudio en el '98, Moby encuentra poco interés entre los
sellos norteamericanos por su próximo proyecto - "Play". Entonces
firma por V2 para Norte America, permaneciendo con Mute para el resto del mundo.
Al primer show en Londres de la gira de "Play" en 1999, asisten 500
personas. Al final de la gira, Moby y su banda se encuentran tocando ante una
audiencia de más de 24,000 personas durante dos noches consecutivas. Las estadísticas
saltan por los aires.
En
los últimos coletazos de "Play" y con "18" en camino, 2002
nos muestra a Moby no como a un número, sino como a un ser humano. Los
estereotipos de provocación vegana, y punk cristiano de los 90 ya no le sirven,
no tanto porque el éxito de su música le ha llevado a relajarse, sino porque
Moby ha evolucionado hasta un punto en el que se da una saludable simbiosis
entre su persona y su música. Y por ello "18" es oceánico y muy
atrayente. Y Moby se encuentra a gusto. Los visitantes de su web, moby.com, se
sentirán decepcionados si buscan a un rígido punk Marxista vegano Cristiano.
En vez de eso, encontrarán a un inteligente, bien informado, divertido hombre
con una increíble pasión por la música.
¿Que
ha sido de Moby? Pues: un humanista; amante del lenguaje; interesado por la
meteorología; lector de ciencia ficción; muy auto exigente; alguien a quien le
gustaría ser arquitecto y breakdancer; esclavo de la comida; enamorado de los
telescopios; admirador de Jack Russell; aficionado a la chillona música house,
The Strokes, Jarvis, Radiohead, Kurt Cobain, Massive Attack e infinitos grandes
momentos del 'pop'; gran fan de los Simpsons; uno de los grandes artistas del
cambio de milenio.
"Mi
plan a largo plazo es hacer música... ha ha... y quizás salir de gira un poco,
y tal vez, me gustaría tener una casa cerca de un río con un montón de
perros," dice Moby. "Tengo esta fantasía de levantarme, ir un rato a
nadar y correr por el campo con mis perros y cenar con los amigos y caer dormido
junto a una mujer a la que ame. Quizás algún día. Si no ocurre nunca, pues
nada. Ciertamente no seré capaz de quejarme."
Esto,
¿viniendo de alguien que una vez dijo que prefería morir sólo rodeado de sus
discos que experimentar una relación feliz sin hacer buena música?
"Oh,
todavía pienso que si alguien me da a elegir y me dice, vas a encontrar una
preciosa mujer y vas a llevar una preciosa vida con grandes momentos domésticos,
pero no vas a hacer ni un solo disco más, y la opción dos es estar deprimido e
infeliz para el resto de tu vida, pero vas a hacer grandes discos,
definitivamente eligiría la segunda opción. Mi felicidad es mucho menos
importante que tratar de hacer música. Si me dan a elegir entre hacer música y
ser feliz, siempre elegiré hacer música."