Juvenal, Décimo Junio (60-135) Poeta satírico latino



Debemos pedir un espíritu sano en un cuerpo sano.

El niño es acreedor al máximo respeto.

El primer castigo del culpable es que jamás será absuelto
por su conciencia.

El que posee el suelo posee hacia arriba hasta los cielos.

Es locura manifiesta vivir precariamente para poder morir rico.

La censura perdona a los cuervos y se ensaña con las palomas.

La chanza es como la sal: se debe usar con gran precaución.

Los hombres con los mismos vicios se sostienen mutuamente.

Nadie se hizo perverso súbitamente.

Toda ganancia gusta y complace, sea cual sea su origen.

Todos quieren poseer conocimientos; pero pocos están
dispuestos a pagar su precio.

¿Quién guardará a los guardianes?

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